21.- Un poco de rock' and roll

A la noche Ruth se había olvidado de revisar su móvil y ver si Ángel le había contestado. Durmió intranquila, de madrugada se despertó, había tenido una pesadilla, pero no la recordaba. Intentó no hacer mucho ruido, se levantó de cama y se puso en busca de su móvil, que ya no se acordaba de donde lo había dejado. No estaba ni en la mesilla, ni en la mochila, ni nada. Tuvo que salir de la habitación, eran las cinco de la madrugada, no quería que se despertasen las demás.
Entonces se acordó, seguro que lo había caído en el sofá al ver la peli con las demás. Abrió  muy despacito la puerta, encendió la luz del pasillo, y empezó a bajar las escaleras. Al llegar abajo se puso a buscar, y allí estaba entre los cojines del sofá.
- Mierda, aún por encima está apagado, si voy para cama y lo enciendo se van a despertar. Dijo Ruth, hablando sola, pero en voz baja. Entonces pensó en qué hacer, por suerte el primo siempre tiene allí el cargador de su móvil, lo enchufó y se tumbó en el sofá. Encendió el móvil y esperó a que reaccionase bien, ya que le iba muy lento. Mientras, se levantó y fue a la cocina, a coger algo para beber, y volvió a tirarse en el sofá.


















Una vez encendido, lo puso en silencio, por si empezaba a sonar. Así fue. Un SMS, y un montón de WA's. El sms era del aviso de llamadas perdidas que tenía de Ángel. Y los WA's eran de él y de Adri. Se puso a leer los del primero:

''Lo siento, lo de la tarde, no debí hacerlo. Pero es que es eso, que tengo miedo a perderte. Sabes que te quiero. Y que estos días a tu lado han sido muy intensos. Y el hecho de que aún esté ahí Adri, pues me hace echarme atrás y no intentar nada, querer mandar todo a la mierda... Pero yo te quiero... Ruth, ¿estás ahí? Contéstame por lo menos...'' Por eso tenía las llamadas perdidas suyas, ya que no le había contestado... Y aún siendo tarde, le decidió contestar al instante: '' Mira, tu reacción no me ha gustado, ya te dije, que no es para ponerse así. La vida es riesgo, quien no arriesga no gana, si vas con el miedo por delante, no vamos a ninguna parte... Y no contesté antes porque había dejado el móvil tirado y me desperté ahora y leí todo.''
Después leyó lo de Adri, que no era tanto: ''Buf, me encanta escucharte. Espero que me llames más a menudo, te quiero tontita.'' También le contestó, sabiendo como era Adri, era capaz de aún estar despierto.
''Te llamaré siempre que me sobre un ratito para ti. Y yo.''
A Ruth se le había ido el sueño, encendió la tele y puso en MTV, que a esas horas estaban con música.  Cogió de nuevo su móvil, y justamente le vibraba. Era Adri. '' Y tu despierta a estas horas? Que milagro, como no me contestaras pensé que ya dormías...'' Entonces le contestó y empezaron a hablar:
- Ya, es que me desperté, y encendí el móvil que lo tenía apagado, me vine para el piso de abajo, y estoy en el sofá, tirada. Jajaja.
- Ah, está bien eso, pues vaya movida. Cosa chunga, eh. Jeje.
- Ya...
- Y, ¿cómo estás? Ojalá pudiera estar ahí contigo...
- Pues la verdad es que ojalá estuvieses aquí... Un abrazo tuyo siempre me sienta genial
- Lo sé... Como los míos ninguno.
- Correcto... Llevo todo el tiempo pensando en esa sorpresa de la que me has hablado...
- Te tengo con la intriga, ¿eh? Pues te jodes, jiji.
- Serás cabrón.
- Eh, tranquila. Espero no fallar.
- Miedo me das...
- No tienes que tenerlo... ¿Sabes? Hoy soñé contigo... De hecho, estaba durmiendo y tu WA me despertó
- ¿Qué dices?
- Lo que lees. Soñé que al volver venías a mi casa, sin avisar. Y me traías un regalo, el test del embarazo.
- ¿Cómo? ¿Estaba embarazada?
- Sí, de mí. Que perfección de bebé.
- Oh, que pesadillas tienes...
- De pesadilla nada... Y soñé que te quedabas aquí, conmigo a mi lado. Comiéndonos a besos, quedando dormidos juntos y abrazados.

- Puf, menudos sueños. Está bien, quitando lo del embarazo...
- A mí me gusta todo...
- Bueno, dejémoslo ahí...
- Vale, bueno. Yo me voy a seguir durmiendo, y tú deberías también. Que seguro que mañana vas a tener sueño
- Pues sí... Mañana te llamo si puedo... ¿Vale?
- Me parece buena idea. Te quiero. Chao.
- Vale, hasta mañana. Y yo.
Cerró la conversación, volvió a leer la de Ángel. Pasó de pensar en él. Siguió sonriendo pensando en Adri. Se acordó que mañana iban a quedar por lo del grupo. Asique cogió el mando que tenía a su lado, apagó la tele, y decidió quedarse a dormir allí, que estaba muy cómoda. Pero se le había ido el sueño. De nuevo fue a la cocina, y como de costumbre cuando no se duerme, se tomó su vaso de leche bien fría. Que siempre le hace dormir mejor y más rápido. Puso un poco de música en su móvil en volumen muy bajito, vio el reloj y eran las 5.37, aún no eran las 6 y ya se había quedado dormida sin darse cuenta.
A la mañana los padres se levantaron a las 10, y vieron que allí estaba Ruth, qué raro se dijeron. La despertaron para preguntarle qué hacía allí, ella les dijo lo que había pasado, y le dijeron que iban a salir a comprar, que regresarían en un par de horas, asique la dejarían dormir un poco más. Pero por mala suerte para ella, bajaría el primo al poco rato para jugar a la Play, como solía hacer siempre. A la mañanas siempre se levantaba para viciarle...
Ruth siguió durmiendo, ya que los padres y los tíos se fueron sin hacer mucho ruido. La verdad, aquel sofá era bastante cómodo. A las 11 bajó el primo y allí estaba ella. Dormida.

 Le hizo cosquillas, y la despertó. Qué cara tenía de haber estado despierta de madrugada.

- Prima, ¿qué haces aquí?
- Buah, buenos días. Pues nada, que ayer me olvidé del móvil y de madrugada vine a buscarlo y me quedé aquí.
Ruth vio la hora, pasaban ya 5 minutos de las 11.
- Ya veo, que parvita. Pues las demás siguen durmiendo, fui a sus habitaciones y poco más ni respirar se les oye.
- Ya, somos muy dormilonas todas... Por cierto, nuestros padres salieron de compras, y me dijeron que hasta las 12 o así no vuelven.
- Ah, vale. No hay fallo. Mira, ven, que te voy a enseñar la batería que tengo en el garaje. Es allí donde podeis tocar con vuestro grupo. Luego va venir Ángel y trae el bajo.
- Oh, es verdad.
Ruth cogió el móvil, un WA de ese mismo: '' Hoy a las 11.30 nos vemos, y hablamos, mejor.'' Pasó de contestarle, dentro de nada ya lo iba a ver. Fue con su primo al garaje. Menuda sorpresa, Ruth pensaba que la batería no estaba tan nueva, ya que el primo dijo que era vieja, pero para nada. Y también tenía allí una mesa de dj, unos altavoces enormes y el piano eléctrico de su prima. Aquello estaba bien montado.
- ¿Te gusta parvita? Yo la tocaba, hasta que me metí mejor en el mundo de pinchar y ser dj.
- Pues claro que sí. Tienes aquí un buen garito de fiesta. Pedazo primo. Dj, graffitero, skater...
- Ya ves. Bueno, tú no te quedas atrás, ¡eh! Pruébala, que lo estás deseando. Le dijo viendo para la batería.
- Buf, ahora te lo iba pedir. ¿Se escucha mucho por fuera?
- Pues bastante, o sea, en casa lo escuchas demasiado.
- Perfecto, era lo que quería, así despierto a las demás. Muajajaja.
- Que malvada.
- Ya. Un poquito...
Ruth se sentó, cogió las baquetas y se puso a tocar. Ya hacía meses que no tocaba una batería. Ya había perdido práctica, pero aún así, lo seguía haciendo muy bien. Era pura energía escucharla. Brais quedó impresionado, no se esperaba que lo hiciera también.
Con tanto sonido, las chicas se despertaron. Salieron de sus habitaciones, y Ana estaba preocupada al ver que Ruth no estaba allí, fueron a la habita de Brais y tampoco. Entonces, Luci les dijo a las demás que seguramente estaban en el garaje con la batería. Bajaron, y allí se encontraron a Ruth y a Brais. Brais aplaudiendo a su prima por el pedazo ritmo que se gasta, y lo bien que lo hace. Y Ruth estaba toda emocionada.
Las chicas le dijeron que tocase otra vez, porque ya que las despertó con la música, pues querían escuchar de nuevo y ver con sus ojos como tocaba. Ruth parecía profesional. Fue un momento en el que su ego se le subió a las nubes.
- Gracias, gracias. Ya sé que soy la mejor, admiradme nenas. Que lo estáis deseando.
Todas se echaron a reír. - Otra, otraaaaa. Lo que queremos es otraaaaa.
- Pero a mi otra no me pone cachonda. Yo lo que quiero es que empeceis a cantar para darle más ritmo a mi sonido.
- Vale... Pero es que acabamos de despertar, y la voz no está para cantar...
- Tengo una idea, dentro de nada llega Ángel, vamos a desayunar mientras. Llámamos a Carla y Pau, que se vengan, y empezamos con lo del grupo. ¿Os gusta mi idea?
- Pues claro, tú Ruth siempre con buenas ideas. Le dijo Andre.
- La verdad es que sí, parvita. Es buena idea. En nada os trae Ángel el bajo, ¿quién lo tocaba?
- Yo... Pero buf, no soy tan buena como Ruth con la batería. Dijo Andre tímidamente..
- Bueno, no empecemos, no soy la mejor, ni mucho menos, mi falso ego no significa nada, sois todas mejores que yo, no me lo negueis. Y venga, ni palabra. Vamos a desayunar.
- Vamos.- Dijeron todos.
Subieron a casa. Eran casi las 11.30. Se calentaron la leche y un poco de café, tenían galletas y magdalenas. Cada uno tomó lo que quiso. En medio del desayuno sonó el timbre, era Ángel. Entonces Ruth le hizo una llamadita a Pau, le dijo que si estaban listas se fuesen hasta su casa, y que trajese su guitarra. Pau le dijo que estaban terminando de desayunar al igual que ellas, y que en 15 minutos estarían allí. Así fue, pasados 15 minutos volvió a sonar el timbre. Ya estaban todos, ya tenían todo. Practicaron un poco cada una antes de empezar todas.

Afinaron la voz las tres chicas. Y entonces, se decidieron. Ruth sería la que pondría el toque de inicio. Como de costumbre. La música empezaba a sonar, la voz de Moni era relajante, y la vez te impulsaba a bailar. Los coros, daban un toque de rock. Y las guitarrista y la bajista, tocaban las mejores notas. Ruth, golpeaba los platillos dando toques bestiales. Aquello era puro rock & roll. Pero a todas les había gustado mucho como sonaba cada tecla que tocaba Luci, sabía tocar el piano muy bien. Asique al terminar le pidieron que les tocase una pieza.
 Al principio no quería, porque sigue siendo muy tímida igualmente. Y tener que tocar ella sola delante de todas se le hacía algo vergonzoso... Pero al final, lo acabo haciendo. Era muy buena, quizás la que más talento tenía.
Después volvieron a tocar todas juntas. Ya habían llegado los padres, y estaban allí al lado de la puerta escuchando. Cuando terminaron, entraron y empezaron a aplaudir. A decir que tienen futuro. Y Ángel y Brais también opinaron lo mismo. Las chicas estaban orgullosas. Sobre todo Ruth, que las había convencido de volver a tocar.
- Las Rebeldes Sin Causa volvemos a las andadas, como en los viejos tiempos.
- Sí, que recuerdos. Que subidón al volver a tocar
- Ya, y al cantar y sentir vuestra música por el cuerpo.
- Hacía tanto que no sabía cómo sonaba un buen bajo.
- Y yo con mi guitarra, que cada día la quiero más.
- Somos la ostia chicas. Terminaba Ruth.
- Es cierto chicas, sois muy buenas... Seguid tocando, porque es un gusto poder escucharos y ver vuestras caras de felicidad absoluta.
Las chicas sonrieron. Y siguieron a los suyo, se pasaron tocando hasta casi la hora de comer. Ya que a la una y cuarto Pau les dijo que se iban. Le pidió a Brais si podía dejar allí su guitarra. Él le dijo que no había fallo. Entre ellos estaba surgiendo algo más que amistad. Esos ojitos que se ponían, esas miradas derretidas, esos besos en las mejillas que se acercaban más a los labios. Al despedirse todas le gritaron: Fiiiu, fiiiu, aquí hay amor. Y los dos se pusieron súper rojos. Antes de irse las chicas subieron a casa, y decidieron dejar a Brais y Pau solos un poquito. Ángel se fue y Carla le dijo a Pau que en cuanto quisiera marchar que le avisase y marchaban.
Se quedaron los dos solos, pero no mucho, era la 1, y Pau dijo que a y cuarto tenían que irse. Los 15 minutos se les pasaron volando. Mientras las chicas estaban ayudando a ver que hacer de comer. Decidieron preparar espaguettis. Los quince minutos pasaron, y la parejita se despidió.


Pau llamó por Carla, se fueron. Y dijeron que después de comer ya verían qué hacer esa tarde.
Brais al final no había jugado a la play aún, asique, mientras las chicas estaban liadas en la cocina, le dijo a su padre y a su primo de jugar un poco al FIFA, los hombres de la casa viciándole al fútbol, y las mujeres haciendo una rica comida, y preparando la mesa. Una vez todo listo, se pusieron a comer. Rápido terminaron. En la comida volvieron a hablar del tema del grupo, pero no mucho. Al acabar recogieron, los hombres siguieron a lo suyo, las chicas para la cocina de nuevo. Al estar todo recogido y limpio se fueron para el salón. Moni y Andre empezaron a contar chistes y a reirse ellas solas, Ana se puso a pintarle las uñas a Luci, y Ruth llamó a Adri, sólo para decirle que lo quería. Luego le preguntó a Luci qué harían a la tarde, y  ella le dijo que lo que quisiesen, podían ir a la playa otra vez, quedarse en casa, en la piscina, ir de compras, o si querían ir al parque para que Ruth y Brais anduviesen en skate o a hacer graffittis. Ruth se decantó por lo de la piscina. Asique, avisó a Pau. La llamó y le dijo que a las 5 o así volviesen a la casa, con los bikinis. Pau le dijo que allí estarían.
A las 4 de la tarde ellas estaban aburridas de ver como jugaban al FIFA, y como las madres cotilleaban de cualquier cosa... Asique, subieron a las habitaciones, y empezaron a ponerse los bikinis para irse ya a la piscina. Y en eso que le llega un WA a Ruth: ''Chica, que te has olvidado de mi''
- Ostia, Rubén me ha mandado un WA.
Luci se sorprendió y se puso roja. Ruth fue la única que se había dado cuenta. Se rió. Y ella le preguntó:
- ¿Y que te ha dicho? ¿Tiene libre hoy?
- Nada, que me he olvidado de él ya. Se empezó a reir. Lo voy a llarmar mejor, el WhatsApp ya me aburre.
Así hizo, empezó a llamar y puso el móvil en manos libres:
- Chica
- Y dale, que soy Ruth eh.
- Es para meterme contigo.
- Ya, ya. ¿Qué haces esta tarde? -Así era Ruth de directa, ni se molesta en preguntar por la salud, va a lo que va.-
- Vaya, justamente te lo iba preguntar yo, porque tengo libre esta tarde, que no abrimos. ¿Os hace quedar?
- Ya quedamos... Pero puedes venirte, mira, al lado de tu casa se instalaron dos amigas mías. Que a las 5 vienen para aquí, para la casa de mis primos.
- Vaya, ¿son tus amigas? Las he visto ya. ¿Y qué hago?
- Mira, yo las llamo, les digo que a las 5 estás tú en la entrada, y te vienes con ellas. Ya les hemos hablado de ti, asique, no habrá fallo.
- Um, vale. Que corte
- De corte nada, son muy majas. Ya verás. Tú sé puntual. Ahora las llamo y las aviso, trae bañador, que estaremos en la piscina. Ok?
- A sus órdenes. Nos vemos pues. Chao.
- Bye bye. - Cortó.- Perfecto, Luci, ¿no te importa que venga, no?
- Claro que no, ahora que ya le has dicho todo... Se ríe.
- Bueno, pues llamo a las dos locas.
Las llamó y le comentó lo de Rubén, no había problemas por ellas. Lo esperarían si veían que tardaba. Pero no fue así, aún no eran las cinco y ya estaba él esperando. Se autopresentaron, y se pusieron en camino.
Mientras en casa de Brais y Luci, las chicas ya estaban esperando en la piscina. Y Brais seguía en el mundo de la play, pero no tardaría en apagar. Al llegar Carla, Pau y Rubén, apagó todo, y se puso también el bañador. Salió a fuera, y se metieron los cuatro en la piscina. Al poco rato también llegó Ángel, el cual se llevó una sopresa al ver a Rubén allí. Pero bueno, a medida que pasaba la tarde, se dio cuenta de que a Ruth no le gustaba Rubén, ya que siempre estaba intentando hacer que Luci se acercase a él.
Fue una tarde de risas sin fin.

De peleas de agua, de chapuzones. De tomar el sol, de intentar formar parejas. Y como no, la tarde se les pasó volando.
Eran ya las 7, y salía la madre de Ruth y la de Luci por la puerta, acercándose a la piscina, con una sonrisa un tanto amenazadora.
- Chicas, ¿os podemos meter nosotras y vuestros padres con vosotros?
- ¿Eh? ¿Vosotras habeis bebido o qué? Estamos nosotras...
- Es bromas hijas. Es para deciros que son las 7, y que si quereis tomar algo, que hemos preparado tarta de galleta.
- Umm, rico.- Dijo Ruth, saliendo de la piscina como loca.- Yo quiero.
Las demás dijeron que no, que no tenían hambre, excepto Moni y Ana, que al rato también salieron de la piscina. Ellas tres fueron a la cocina y se comieron un trozo de la tarta, que estaba riquísima.
Y luego volvieron a la piscina. Rubén se lo había pasado muy bien esa tarde, les dijo que tenían que repetir más veces, y que a ver cuando iban al parque acuático. Se fue despidiendo, porque sin darse cuenta ya eran las 9. Y con él, Pau y Carla también se despidieron. Se marcharon los 3.
Y luego Ángel. Esta vez se despidió bien de Ruth, con un abrazo como le gustan a ella, y un buen beso.
Después las chicas se fueron a dar una ducha, antes de la cena. Y luego a cenar.
Esa noche se pusieron a ver la tele en familia, ya que echaban una buena peli.
Al terminar subieron para las habitaciones, y se pusieron a dormir.
Eran las 12. Otro día se acababa.