Sigue la novela.

~Adri, Ruth y Ángel~

Tres pequeñas piezas de un círculo amoroso que nos llevan a su mundo. Que desencadenan una larga historia de amor. Amores prohibidos, amores equivocados, amores reales. Tanta lucha, tanto amor, tantos sentimientos. El orgullo, la distancia, los celos, las mentiras... Harán que Ruth pierda su cabeza, y no sepa que hacer con su vida amorosa. Echa un lío, no sabrá que hacer y acabará tomando decisiones equivocadas.#

martes, 4 de diciembre de 2012

25.- Una noche un tanto movidita.

Las chicas hoy estaban algo asustadas, tenían un mal presentimiento. Había muchos grupos de adolescentes armando peleas por allí, pero ellos estaban un poco apartados de cualquier movida.
Una vez empezaron a beber se olvidaron de todo, pasaban 25 minutos de la una, aún tenían media botella de vodka y una de bacardi. Cuando de repente, le empezó a sonar el móvil a Carla. Era Diego, puso cara de asco, como de no querer saber nada de él. ¿Qué pasaba? Andrea estaba a su lado y vio que era Diego quien llamaba, y le iba a quitar el móvil de las manos para cogerle. Pero Carla le cortó la llamada.
- ¿Qué haces Carla? ¿Qué cojones te está pasando? ¿Qué pasa con Diego? ¿Por qué no me has dejado hablar con él, ni le has cogido? Explícalo.
- Nada, que no me apetece hablar con él. Que me estresa demasiado y me agobia. Necesito estar a mi aire.
- Tía, es tu novio. Se preocupa por ti, ¿qué más quieres?
- Dejadme.- Carla cogió su vaso, lo llenó hasta más de la mitad con vodka y luego lo rellenó con kas limón y se apartó de las chicas, como había hecho a la tarde.
Tumblr_megyuftp461rmspajo1_250_largeRuth estaba asombrada, se había indignado a hablar con ella y saber qué estaba pasando. Después de todo,  tenía más confianza en Diego que en ella. Asique, estaba decidida a llamar a Diego cuando justo al coger el móvil del bolsillo le empezó a vibrar, y era él.
¿Los malos presentimientos serían reales? ¿Le habría pasado algo a Diego? Fue lo primero que pensó ella.
Rápido le cogió.
- ¡Dieeeeeeeeeeeeeego! ¿Y tú llamando de nuevo? - Ruth seguía bebiendo, y las demás también.

- Mi querida Ruth.- Se le notaba un tono de felicidad, pero al mismo tiempo de preocupación. De fondo se escuchaba el motor del coche y música.- Pues te llamo para decirte que estamos cerca.
- ¿Eh? Espera, que creo que ya voy muy borracha o no sé. ¿Escuché bien? ¿Cerca? ¿Qué? ¿Quiénes?- Las chicas le pedían a señales que pusiera el manos libre, y así hizo Ruth. Todas estaban atentas a la conversación, allí, alrededor del móvil. Todas, excepto Carla, que estaba más lejos, pero escuchando igual.
- Sorda, borracha. Lo que escuchas.-Se empezaron a escuchar risas, las de Diego y otro chico.
- Peeeeeeero, explícame. ¿Dónde estás? ¿Con quien vienes?
- Pues, a ver. Estoy entrando en Salou.
- Me estás vacilando, lo sé.
- Que no, eh. Y voy con Adri.
- Buah, buah, buah. ¿En serio? No me vaciles por Dios, Buda y Alá. Que os como a besos si llegais.
Tanto Carla como Ángel pusieron cara de odio y rencor hacia Ruth, pero ella estaba en su otro mundo, feliz al saber que sus dos amigos podían estar de camino.
- Sí, loca. Pero ahora dime, ¿y Carla? ¿No salió contigo hoy?-Entonces Ruth cogió el móvil, quitó el altavoz y se apartó de todas, haciéndoles un gesto de disculpas a sus amigas.
- Sí, pero a ver... Te resumo, hoy estaba demasiado rara, antes la llamaste y ni siquiera te cogió, no nos dijo qué le pasa ni porqué te colgó. No entendemos nada. Y ahora mismo estaba apartada de nosotras.
- Puf... Tengo miedo de perderla.
- Mira Diego, no sé qué decirte, es tu novia,  y tú verás, pero ultimamente, no la reconozco...
- Je, loca, creo que te estamos viendo, acércate un poquito a la carretera, pero un poco no vaya a ser.
Ruth, toda loca fue corriendo a la carretera, colgando el teléfono.
Era verdad, allí llegaban ellos, en el coche de Diego. Querían darle una sorpresa, las echaban de menos, y no aguantaban más sin verlas, pero el sentimiento por parte de Carla no parecía ser el mismo...
Ruth, una vez aparcaron allí al lado, cogió de nuevo su vaso, lo llenó de nuevo, y fue a junto ellos, entrando en el coche y sentándose encima de Adri. Le dio los 3 besos y un abrazo a Diego, y un besazo enorme a Adri, les invitó a unos tragos de su cubata, Diego no aceptó, pero Adri sí.
Allí afuera estaban las demás, que aún no se habían enterado en qué coche entrara Ruth, ni quienes eran aquellos. Brais se estaba preocupando por su prima. Ángel mientras, se estaba poniendo celoso.
Entonces Ruth se acordó que no les dijera a las chicas que ellos estaban allí, salió del coche y les dijo a las chicas:
- Venid, son ellos.- Se acercó a Carla, que estaba allí sentada, con el cubata en mano, y cabeza agachada; se agachó ella también, le cogió las manos y la miró a los ojos.- Mira, no sé qué te pasa, pero allí está tu novio, que vino porque te echa de menos, y tú aquí, que no nos cuentas nada. Si quieres venir, ya sabes, sino, perderás mucho.
Entonces se incorporó y fue con las demás hacia el coche, diciéndole a su primo que también fuesen, para presentarle a su mejor amigo y a otro más.
Tuvieron que salir del coche, las chicas los abrazaron. Ya todas tenían tanto alcohol en el cuerpo, que estaban muy cariñosas. Después de tanto abrazo, Ruth les presentó a Ángel y su primo. Y luego Diego fue a junto Carla, ya que ella ni se había movido de donde se encontraba.
El choque de manos que habían tenido Ángel y Adri había sido impactante, y la mirada echaba rayos. Si las miradas matasen, habrían muerto los dos en el acto.
Fue ahí cuando Ruth ya no sabía como controlar la situación. Pero cuando está borracha es cuando expresa mejor su sentimientos. Por eso, una vez dejó de hacerse cubatas no se separaba de Adri. Dándole beso tras beso.
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Eran casi las 3, ya no quedaba alcohol. Ya habían estado hablando de cómo decidieran venirse en coche y dónde iba a quedarse. Diego les había dicho que tenían pensado quedarse a dormir en el coche y a la hora de comer irían a algún restaurante. Se iba a quedar hasta el domingo a la noche. Carla y Diego poco habían arreglado, ella seguía distante, seria, callada. Así era imposible arreglar nada, pero él decidió no amargarse, sabía ya lo que había, y prefirió pasar del tema, ella sabrá lo que hace, se dijo.
Brais y Lucía dijeron de ir a la discoteca que estaba a 10 minutos. Ruth y las demás dijeron que era buena idea, pero que ella y dos más tendrían que ir en el coche, porque sino luego habría que volver allí por causa de Adri y Diego. A los demás no le importó, decidieron ir en el coche ella, Andre y Luci, ya que era la que sabía donde quedaba la disco. En coche poco tardaron, esperaron allí a los demás. Adri le dijo a Ruth que no le gustaba nada el otro chaval. Y que como siguieran las miradas amenazantes le iba a pegar, ella le dijo que se tranquilizase y que mejor pasase de él, que no quería problemas esa noche ya que tenían un mal presentimiento.
 Los demás no tardaron mucho más, entraron todos juntos. La música no estaba nada mal. Pau de repente empezó a llorar. Brais fue a consolarla, pero al final, fue peor. Acabaron discutiendo, por tonterías. A Pau le habían venido recuerdos de su pasado, malos momentos, y le dijo a Brais que no se hiciese muchas ilusiones con ella, porque ella no iba a quererlo como se lo merecía. Él intentó no tomarlo a mal, intentó pasar, pero le había dolido bastante... Por otra parte Ángel seguía con esa mala cara, apartándose de todos, al final se fue con otros amigos. Brais más tarde fue a junto de él. Ángel estaba de tan mal humor que lo mandó a la mierda, le dijo que lo dejase en paz, que no servía para nada, ni él ni su prima Ruth, que no era más que una guarra, y que todas las demás eran iguales. Que vaya niñatas habían metido en casa y que se iba a ir.
Brais se cabreó, y decidió salir a tomar el aire. Ruth había visto que discutieran, y salió corriendo detrás de él, con Adri. Al poco rato también salió Ana con Lucía.
Hablaron con Brais, le preguntaron qué había pasado y él se lo resumió todo. Las chicas estaban con cara de asombro, no se esperaban esas palabras que había dicho Ángel. Intentaron animar a Brais por lo de Pau, mientras ella estaba dentro con las demás. Y entonces, salía Ángel por la puerta, con dos amigos más. Y sin pensarlo dos veces, Adri fue a por él, sacó la navaja que tenía en su bolsillo y se la clavo en todo el abdomen a Ángel. Los dos amigos que lo acompañaban lo sujetaron y luego cuando Adri se dio la espalda, le dieron dos puñetazos, tirándolo al suelo.
Y todo eso pasó en apenas 3 minutos, mientras Ruth, Ana y Lucí consolaban a Brais. Cuando escucharon un golpe en el suelo, reaccionaron, y vieron como estaba sangrando Ángel al lado de dos chavales, y como Adri estaba allí tirado. Ana fue corriendo a llamar a los demás a dentro, Ruth fue corriendo a junto Adri, a hacer que reaccionase, de nuevo, volvía a verlo inconsciente, como de aquella vez en el hospital.
- Otra vez, no. Joder.-Decía ella, golpeando al suelo. Y viendo para Ángel, con cara de odio.
- No veas para mí, él me atacó primero, y ellos me defendieron.
- Me da igual, eres un cabrón, mi primo que se molestó en ir a tu lado, lo mandaste a la mierda y le hablaste mal de nosotras. Eres como todos. Un falso y orgulloso.
- Y tú una guarra, que sólo piensa en follar.
- Pensaré en follar, pero no en hacerlo contigo.
Diego venía corriendo, cogió a Adri del suello y lo metió en el coche, le dijo a Ruth que montase y que le guiasen a urgencias, esta vez fueron Moni y Brais. Brais le explicó donde estaba el hospital. Aún estaba bastante lejos, tardaron 20 minutos en llegar. Una vez allí, los médicos se llevaron a Adri, y le dijeron que no tardaría en volver a estar consciente, ya que sólo habían sido unos pequeños golpes.
Ruth no dejaba de llorar, aunque le hubiesen dicho aquello los médicos, para ella se le hacía demasiado agobiante estar allí, de nuevo, en un hospital, y estando Adri inconsciente. Al pasar otros 20 minutos los médicos le dijeron que podía pasar una sola persona a visitarlo, ya había vuelto en sí. Sin duda, entró Ruth.
Se arrodilló al lado de la cama, lo abrazó, le besó la frente, y él se reía. Entonces ella le dio una pequeña bofetada.
- Joder, ¿cómo pudiste hacer eso? Pudiste matarlo.
- A mi chica nadie la insulta, a sus amigas menos.
- Buf, te quiero.
- Yo mucho más. Pero, ¿cuándo me puedo ir? ¿Sabes? Necesito un porro.
- Ya veo que estás tan bien como siempre. Voy a preguntar.
Ruth salió de la habitación con un brillo en los ojos, y una sonrisa que hablaba por si sola. Preguntó cuando podían irse, el médico le dijo que en cuanto se pudiera levantar sin problemas, podrían marchar. Asique, entonces entraron ella, Diego, Andre y Brais en la habitación y le dijeron que ya podían irse.
Algo en lo que Brais se había quedado pensando es en que no había rastro de Ángel, era extraño que no lo acercasen al hospital. Pero pasó del tema. En ese momento ya le daba igual Ángel.
Volvieron a la disco, y Ángel seguía allí, el navajazo no había sido muy profundo, le habían acercado a casa de un amigo y puesto gasas.
Ya pasaban de las 5, decidieron que lo mejor sería irse para casa. Resulta que Pau y Carla se habían ido, y sólo estaban Ana y Moni, allí, solas y algo preocupadas.
Se metieron todos en el coche, apretadas, y agachándose cada vez que pasase la policía. Diego las acercaba hasta su casa.
Como a Brais le había caido muy bien Diego, decidió invitarlos a dormir. No sabía donde meterlos, pero a Ruth se le ocurrió un idea, que ella y Adri durmiesen en su habitación, y que él y Diego durmiesen con las chicas, uno con Ana y Luci y otro con Moni y Andre. Así hicieron, Brais con las primeras y Diego con las segundas.
Era un buen método
 para dejarles intimidad a Adri y Ruth, y de nuevo Brais le repitió a su prima:
-Cuidado con mancharme el colchón.
Se rieron, y entonces todos se fueron para sus habitaciones dándose las buenas noches. Entre que habían llegado, y dicho cómo dormir y tal, ya eran las 6 casi.
Todos en cama, las chicas cansadas, rápido se quedaron dormidas. Diego no paraba de pensar en Carla, Brais en Paula. Y por otra parte, Ruth y Adri fusionaban sus cuerpos otra vez, como aquella primera noche, con una pasión tremenda, con besos profundos, mordiscos, caricias y susurros con te quieros.
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Una noche especial para ambos. Adri estaba feliz de poder volver a sentir su piel con la de ella, aún no se creía que estuviera con ella en la misma cama.
Mientras, Ángel, no dejaba de mandarle WA's a ella, pero tenía el móvil en el coche, asique, estaba perdiendo el tiempo.

La fiesta del viernes se terminaba. Al final había pasado de todo, sorpresas, discusiones, pelea, hospital, sexo. El sábado les esperaba.

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